sábado, 3 de agosto de 2013

La música, el arte

Cuando empecé a estudiar encontré en varios libros tradicionales de teoría musical, una definición de la música que dice que es el arte de combinar los sonidos. Después de muchos años de estar en contacto directo con estos sonidos en forma consciente y de tratar de entender el fenómeno multifacético que es la música,  me parece demasiado pobre esa definición, o por lo menos incompleta, ya que para los que sabemos apreciar este arte, la música es un mundo en sí misma. Con la música podemos expresarnos, podemos motivarnos, recordar momentos, transportarnos a lugares desconocidos.
La música es también un medio de expresión de sentimientos, de estados de ánimo. En definitiva es un lenguaje no hablado, por medio del cual se activan resortes internos en los seres humanos que desencadenan toda una serie de acontecimientos en la totalidad de nuestro ser.
Esto no quiere decir que la definición tradicional esté equivocada, solamente a nuestro entender, le faltan un poco de elementos. El elemento que no le falta, y que es imprescindible para transmitir la música entre los seres humanos, es el sonido. El sonido es una de las materias primas con la cual se "fabrica" la música, y a continuación vamos a darle un repaso a sus principales características.

EL SONIDO
El sonido está formado por vibraciones producidas en un medio capaz de permitir su propagación (aire, agua, etc.).
Este efecto es fácilmente visible tocando una cuerda de una guitarra acústica. Esta cuerda, qué está rodeada de aire, al vibrar cambiará de lugar, este lugar estaba ocupado por aire el cual deberá desplazarse empujado por la masa de la cuerda. Esto produce una vibración en el aire que rodea a la cuerda y a su vez una reacción en cadena que permite que llegue a nuestro oído. Acá entra en juego un factor fundamental en la composición de la música, el factor humano, porque si bien el sonido es imprescindible para que la música sea expresada exteriormente de una persona a otra. ¿Podríamos afirmar que sin sonidos no existe música?, ¿Qué pasa entonces cuando un compositor concibe una frase musical que todavía no fue ejecutada por ningún instrumento?¿Dónde están los sonidos si en el aire que lo rodea al compositor no se produjo ninguna vibración?
Estas cuestiones son para decir que la parte humana es un elemento de la música tan o más importante que el sonido.
Pero empecemos por el principio, y hablemos del sonido. No sin antes dejarles otra pregunta ¿existiría el sonido sin seres que lo perciban?

Hay cuatro elementos fundamentales que se perciben en el sonido:

Altura de tono o frecuencia: Es lo que caracteriza a un sonido como grave, medio o agudo. En el caso de la guitarra depende de la velocidad con la que vibre la cuerda, mientras menos masa vibre, más rápido vibra y por consiguiente más alto será el tono que escuchemos. La forma en la que podemos hacer que vibre más o menos masa de cuerda puede ser por el grosor de la cuerda o por la longitud del segmento de cuerda que vibra. Por eso las cuerdas más finas suenan más agudo que las más gruesas y por el mismo motivo mientras más cerca del cuerpo de la guitarra presionamos una cuerda, más agudo será el sonido que obtendremos.

Volumen: Depende de la distancia que la cuerda consiga apartarse de su punto de reposo, es decir, con que fuerza puede empujar a los lados el aire que la rodea. Al volumen se lo llama también amplitud. El volumen o amplitud del tono de la guitarra crece rápidamente y después va cayendo hasta que la cuerda deja de vibrar. La región que se crea entre el volumen máximo y el mínimo se llama dinámica.

Timbre: El timbre es lo que hace que distingamos el sonido de una guitarra del de un piano o de cualquier otro sonido. Cuando escuchamos un sonido puede parecernos que suena una sola frecuencia, pero no es así, en realidad lo que escuchamos es un sonido principal, de mayor volumen, más algunos sonidos secundarios, de menor volumen llamados armónicos. Al sonido principal se lo llama fundamental.

Duración: La mayor o menor duración del sonido es lo que forma las distintas variantes rítmicas tanto en la melodía como en los acompañamientos tanto armónicos como de percusión. Dentro de toda pieza musical puede reconocerse un pulso, un cierto latido rítmico que marca las acentuaciones que regularmente se suceden. A cada uno de estos latidos o pulsos se los llama tempo. Las duraciones del sonido musical se representan con figuras específicas: la negra es la figura que simboliza este pulsar, por eso se dice que esta figura dura un tiempo. De esta se desprenden las demás figuras: la redonda dura cuatro tiempos, la blanca dura dos tiempos. Y después las subdivisiones del tiempo: la corchea , que dura medio tiempo y la semicorchea cuya duración es de un cuarto de tiempo. También los silencios tienen su duración y llevan el mismo nombre que el de las figuras que simbolizan sonidos: el silencio de negra , el silencio de redonda , el silencio de blanca y para las subdivisiones del tiempo; el silencio de corchea
, y el silencio de semicorchea .https://dl.dropboxusercontent.com/u/201525074/Mi%20libro%20-%20Introducci%C3%B3n.pdf

1 comentario:

  1. "La música comienza donde el habla es incapaz de expresar, la música está hecha para lo inexpresable"

    Claude Debussy

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